03 octubre 2007

Maniqueos


Los estomas en las plantas son los poros de las hojas por donde entra el CO2 del aire, componente esencial de la fotosíntesis. Cuando hay mucho CO2 en la atmósfera los estomas se cierran para que entre menos. El análisis de las variaciones de la densidad de estomas en la superficie de las hojas de árboles fósiles muy antiguos, como el ginkgo, permite pensar que en tiempos remotos hubo perídodos de alta concentración de CO2. El material recogido en herbolarios a lo largo de los últimos dos siglos parece mostrar una disminución de la densidad espacial de los estomas a medida que la concentración de dióxido de carbono ha ido aumentando recientemente.

Por los estomas no sólo entra CO2 sino que también sale vapor de agua. La planta transpira por ellos. Cuando los estomas se cierran, o no se abren del todo, las plantas sudan menos y tienen menos necesidad de agua. El agua se queda en el suelo.

En un reciente artículo de Nature, que parte de la idea de que en los últimos años ha aumentado el caudal global de los ríos, se achaca este aumento en gran medida a que los suelos retienen ahora más humedad que antes. En un modelo sobre este efecto fisiológico del incremento de CO2 atmosférico se calcula que su duplicación supondría un aumento del caudal de los ríos en un 6%.

El incremento de CO2, por lo tanto, al humidificar el suelo, reduciría las zonas áridas con agua insuficiente para el crecimiento de la vegetación. Los ríos serían más caudalosos y aprovechables.

Sin embargo, los maniqueos editorialistas de Nature, en una entradilla anterior de presentación del artículo, nos asustan conque el incremento del CO2, debido a este efecto de humidificación, lo que hará es incrementar las inundaciones.

ref. :Betts R. et al., Projected increase in continental runoff due to plant responses to increasing carbon dioxide, Nature, 30 Agosto 2007
Fotosintesis y respiracion