15 junio 2007

Negrolandia


Hoy publica "El Pais" un largo artículo de opinión de un sesudo sociólogo alemán, Ulrich Beck. Se titula en letras gordas nada más y nada menos "El cambio climático y la justicia mundial". Lo he leído dos o tres veces y no me he enterado de lo que el autor propone. Su corta frasecita final dice:"Los Estados nacionales deben aprender que sólo pueden garantizar su independencia como actores políticos si son parte de un todo que se siente obligada a sacar adelante normas ecológicas mundialmente justas" (tomar aire). Esto en alemán debe sonar fenomenal.

De lo que sí me he dado cuenta, cosa normal, es que de climatología Ulrich no tiene ni idea. Y como no sabe nada, oculta su ignorancia sobre el quid de la cuestión escribiendo esta bobada: "Tal vez en Alaska surja una agricultura floreciente. Tal vez en Nueva York y en Múnich se pueda ir en bikini en Navidad. Pero, ¿qué va a ser de Africa?, ¿qué de Oriente Medio?"

El mapa de arriba es un mapa holandés de 1729. Negrolandia es lo que ahora llamamos el Sahel. Cuando los geógrafos de los siglos pasados se atrevían a dibujar mapas de Africa, los más caraduras se inventaban ríos y montañas en el interior desconocido del continente. En realidad sólo conocían la costa, en donde los europeos embarcaban a los negros esclavos para llevárselos (los tiempos han cambiado: ahora, que son libres, les prohibimos embarcar, ya saben ustedes). El cartógrafo dibuja un gran río semejante al Nilo que lo recorre de este a oeste, de punta a punta. Un río así no existe.

Ulrich, no te inventes.