07 enero 2007

No me preguntes por qué


Hoy leo en el Diario Vasco la entrevista a Apellániz, un astrofísico de aquí que trabaja en USA en no sé qué (pero en climatología, no). El periodista le pregunta si el es de los que se cree lo del "cambio climático". La respuesta es que claro que sí, cómo no, ya nadie duda de eso (al parecer, el periodista Ezkiaga dudaba un poco), y que se lo pregunten si no a su mujer, que tuvo que ser evacuada de Houston durante el Katrina. Me imagino que éste será uno de los miles de científicos que entran en el ladrillo del consenso con el que se nos machaca a los escépticos.

Pero hoy quería escribir de otra cosa. De cómo este invierno ha comenzado teniendo una circulación de vientos del oeste demasiado "normal", demasiado del oeste, lo que se aprovecha para hablar del cambio climático.

No sé si esto es explicar algo, pero me parece que este invierno, hasta ahora, ha habido menos fugas desde el Artico de masas de aire frio que las que hubo el año pasado, en el que tuvimos un comienzo de invierno superfrío. Nos han invadido menos "olas de frío" de aire ártico.

Por qué no lo sé. Ocurre que este invierno los vientos del oeste que rodean el Artico son intensos y con pocas ondulaciones, como debe ser. Lo que se llama el "vórtice polar" está reforzado y el aire que allí se va enfriando en la larga noche polar permanece secuestrado por este anillo de vientos (casi tanto como lo que suele pasar en la Antártida, en donde los vientos del oeste que la rodean son más intensos y por lo general se ondulan menos).

El alto índice NAO (North Atlantic Oscillation) y AO (Arctic Oscillation) de estos meses indica este reforzamiento del vórtice. En la gráfica aparece el índice AO, que es como el NAO pero para todo el Artico. Cuando el índice es alto es grande también la diferencia de presión entre las bajas subpolares y las altas subtropicales (Islandia-Azores, p. ej.) y los vientos del oeste que soplan entre estos centros de acción son más fuertes.

Achacar esto al "cambio climático" y en concreto al incremento del CO2 (que es lo que indirectamente se hace al acusarlo de que este año falte la nieve en los Pirineos o los Alpes) es sumamente incierto. Pero el consenso y la fe pasan de explicaciones.