05 septiembre 2006

Congelación del Artico




Todos los otoños e inviernos la banquisa de hielo de la superficie del Artico se extiende ocupando todo ese océano, y todas las primaveras y veranos se encoge ocupando sólo la mitad. La banquisa (que como otros términos geográficos viene del francés "banquise", banco de hielo) es superficial y apenas tiene dos o tres metros de espesor medio. Debajo de ella se pasean los submarinos (la profundidad máxima de las aguas supera los 4.000 metros).

Estos días pasados el área de hielo del Artico alcanzó su mínimo anual del 2006 y ya ha comenzado de nuevo a aumentar. El mínimo ha sido menos bajo que el del año 2005, pero también menos bajo que en 1990,91,93,95,98,99 y 2002. Es decir, que no va a salir en los periódicos.

Todos los inviernos el área de hielo alcanza un máximo aproximado de unos 13 o 14 millones de kilómetros cuadrados y un mínimo aproximado de unos 5 o 6 millones de kilómetros cuadrados. Este año no ha sido diferente.

Ha habido épocas, en este mismo interglacial en el que vivimos desde que acabó la glaciación hace 11.500 años, en las que se sabe que la banquisa retrocedía mucho más en verano. Estudios recientes indican que a mediados del Holoceno, la temperatura superficial de las aguas llegó a ser en Agosto en los mares subárticos unos 5ºC superior a la actual. Se sabe por estudios de fósiles de ballenas jorobadas migratorias que el “paso del noroeste”, entre el estrecho de Bering y el estrecho de Davis estaba abierto hace unos 9.500 años.

En la actualidad los hielos de los mares que bañan el archipiélago ártico canadiense no se derriten en verano lo suficiente como para permitir el paso, por lo que los stocks del Mar de Bering (Pacífico) y del Estrecho de Davis (Atlántico) de esta especie no se entremezclan. Así que las ballenas de uno y otro lado, como los coreanos, tendrán que esperar un rato para reunirse de nuevo.